Responsabilidad social del PRFV
Una notable contribución a la sociedad y al desarrollo social.
Los productos de PRFV y las tecnologías de producción se han diseñado para satisfacer las demandas y capacidades de las generaciones presentes y futuras.
Puesto que se trata de un material extremadamente duradero, el PRFV se utiliza en un sinfín de aplicaciones socialmente relevantes, entre las que se cuentan la industria automotriz y aeroespacial, la hidráulica y aguas residuales, la construcción de viviendas, zonas constructivas, ferrocarriles y equipamientos deportivos. Puede soportar condiciones climáticas adversas con un sufrimiento mínimo y con una expectativa de vida útil prolongada, independientemente del desgaste.
La contribución de las tuberías de PRFV a la sociedad y al desarrollo social también es notable: Aseguran el transporte seguro y la disponibilidad de agua, desempeñan un papel importante en la agricultura y la industria (los mayores usuarios de agua), forman redes de saneamiento estancas y ayudan a gestionar las inundaciones y sequías a través de tanques de retención y almacenamiento de agua, así como soluciones personalizadas para plantas de tratamiento de aguas residuales. Las soluciones de energía hidráulica de PRFV generan energía limpia y renovable para las generaciones venideras. Cuando se instalan con tecnologías sin zanja, reducen significativamente las molestias provocadas por el ruido, el polvo y los cierres de carreteras en las ciudades al tiempo que proporcionan una solución estructural a largo plazo. Las tuberías de PRFV pueden equiparse con sistemas de supervisión en tiempo real que mejoran la gestión del agua y ayudan a detectar fugas.
El aumento de la población y las tormentas cada vez más severas y frecuentes suponen un desafío para los sistemas de saneamiento en las zonas urbanas. Las estructuras especiales de retención y desbordamiento pueden ayudar a gestionar las cargas excesivas de aguas pluviales y residuales y los sólidos suspendidos contenidos. Amiblu ofrece dos soluciones especialmente eficientes y sostenibles para este problema: La cámara de desbordamiento para saneamiento combinado y el Amiscreen.
Ambas estructuras están fabricadas con PRFV y se pueden integrar de manera flexible en cualquier tipo de sistema de tuberías de saneamiento. Contienen elementos de retención para separar efectivamente los sólidos suspendidos de las aguas residuales y una función de almacenamiento adicional. Estos sistemas pueden adaptarse a los requisitos de cada proyecto, requieren un bajo mantenimiento y soportan altas cargas de tráfico rodado con una cobertura mínima.
Gracias a la larga vida útil de este material, su calidad excepcional y el respeto por el medio ambiente, los productos de PRFV son soluciones duraderas que contribuyen a reforzar los tres pilares de la sostenibilidad.
La responsabilidad ambiental es la capacidad de mantener el uso de recursos renovables, la contaminación y el agotamiento de recursos no renovables a niveles que no dañen el futuro de nuestro planeta. Es imprescindible otorgar a este pilar del desarrollo sostenible la máxima prioridad: Es un requisito previo tanto para la sostenibilidad social como económica.
La responsabilidad económica es la capacidad de soportar un nivel definido de producción económica por tiempo indefinido. Dicho de otro modo, es el proceso de asignar y proteger recursos escasos, al tiempo que garantiza resultados sociales y ambientales positivos.
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