Reciclar es lo último
La activista ambiental Annie Leonard lo manifestó de forma correcta: «El reciclaje es lo que hacemos cuando no disponemos de opciones de, reparar o reutilizar un producto». En el mantra de reducir, reparar, reutilizar y reciclar, el reciclaje se encuentra en la última posición.
Si quiere reducir su impacto medioambiental, fabrique tuberías que perduren durante generaciones. No hay necesidad de reciclar lo que nunca se debió producir.
Nadie con menos de cincuenta años ha vivido un año sin un Día de la Tierra y todas las empresas se enfrentan a consultas de clientes escépticos que tienen un claro sentido común de lo que consideran ambientalmente aceptable:
- ¿Merece la pena invertir en nuestros productos?
- ¿Perjudicarán nuestras tuberías a la ecología de la zona en la que se van a instalar?
- ¿Cuál es la huella medioambiental de los productos?
Las respuestas sinceras piden transparencia. Y eso es lo que prometemos darle.
«No sólo fabricamos tuberías. Cosntruimos infraestructuras hidráulicas de gran duración que protegen uno de los elementos más preciados. Porque el producto más ecológico es el que no hay que sustituir.»
W. Stangassinger & T. Andersson, Amiblu Management Board
Una palabra que intentamos evitar
Hemos optado por utilizar la palabra sostenibilidad lo menos posible. ¿Por qué? Bueno…
La sostenibilidad requiere no coger más de la naturaleza de lo que le podemos devolver.
Pero cogemos más de lo que damos. Ninguna actividad económica humana es todavía sostenible.
No podemos utilizar la palabra sostenible hasta que seamos capaces de proporcionar redes de agua sin interferir en la capacidad de la naturaleza para regenerarse y mantener una gran diversidaad de vida.
En adelante, hablaremos de responsabilidad medioambiental. Dejaremos muy claro que cada uno de nosotros tiene el deber no sólo de ser consciente de la crisis climática, sino también de hacer todo lo posible para proteger nuestro planeta para las futuras generaciones.
LCAs para cada producto
Estudios Cradle-to-gate muestran que el 80-90% del impacto medioambiental de los productos de PRFV se determina en la fase de diseño. La evaluación del ciclo de vida (LCA) es una poderosa herramienta para saber qué materias primas o fases de fabricación son las más críticas para el comportamiento medioambiental del producto.
Hemos creado la más completa LCA (evaluación del ciclo de vida) del sector de las tuberías. Esto nos permite evaluar y elegir cuidadosamente las materias primas, los diseños y los procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente para nuestros productos.
Hasta la fecha, hemos confeccionado LCA’s para más de 1200 productos, que representan aproximadamente el 80 % de las ventas. A continuación, resumimos los informes en Declaraciones Ambientales de Producto (EPD) de lectura sencilla y normalizadas por la UE, y podemos, en cuestión de horas, proporcionar los datos a las partes interesadas que quieran saber más sobre el impacto ambiental de un producto concreto.
Gracias a nuestro generador de hipótesis de LCA, podemos comparar rápidamente la huella de carbono de varios productos de todas las plantas de Amiblu en un escenario cradle-to-gate. Además, podemos informar a las partes interesadas sobre el impacto de la selección de materias primas y orientar la elección de productos hacia opciones más ecológicas y responsables.
También podemos calcular el Coste Medioambiental de cada proyecto en valor monetario y, así, poner una cifra a la valiosa contribución con la naturaleza.
Nuestro equipo especializado de científicos medioambientales trabaja de la mano con todos los departamentos y niveles jerárquicos, ya que queremos que la reducción de los efectos medioambientales forme parte del trabajo de cada uno de los empleados. Porque viendo la crisis mundial del agua, nuestras vidas dependen de ella.
LCAs son sólo un punto de partida
Conozca cómo el PRFV supera a otros materiales y cómo Amiblu pretende luchar contra la crisis mundial del agua.
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