Un estudio independiente demuestra que las tuberías de PRFV ofrecen las máximas garantías e idoneidad para el riego, a excepción de las de un solo fabricante
Un estudio independiente encargado por la empresa pública TRAGSA, y elaborado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Rey Juan Carlos, constata que las tuberías de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV) presentan, a excepción de las fabricadas por un solo fabricante, unos resultados “muy buenos” en cuanto a calidad y comportamiento del material, con un envejecimiento real “mucho menor, de media”. El estudio concluye que “la tubería de PRFV es un producto de alto interés para el riego” y que “los fabricantes con procesos de fabricación bien controlados ofrecen al mercado productos con las máximas garantías y cuyo desempeño es incluso mejor que el esperado (un envejecimiento menor de lo previsto)”.
Según indica el estudio, desarrollado bajo el proyecto I+D+I TUBCAL1618 de TRAGSA (*), “tras la alta tasa de incidencias ocurridas en los últimos años en el sector del regadío español con tuberías de PRFV de un fabricante concreto”, TRAGSA encargó un estudio comparativo independiente de tuberías de PRFV de este fabricante concreto y de otros 4 fabricantes, con el objetivo de evaluar el envejecimiento del material y la pérdida de prestaciones y comparar los resultados obtenidos entre las tuberías que presentan fallo y las que no, así como estudiar de forma exhaustiva la composición de los tubos y sus materiales.
Según el mismo estudio, hecho público en el marco del reciente XXXVIII Congreso Nacional de Riegos Cartagena 2021, las tuberías que presentan fallo obtienen unos resultados muy negativos: “La evolución de las propiedades en el tiempo de los tubos que presentan fallo no es la esperada y sus valores absolutos están por debajo de los valores declarados por el propio fabricante (la pérdida de propiedades en el tiempo es muy superior a la declarada)”. A lo que añade: “Estos resultados resultan coherentes con la tasa de averías que las obras en las que están instalados están sufriendo”. Además, según el mismo estudio, existe una “enorme variabilidad de resultados” entre tubos iguales, indicativo de una “falta de control de proceso” y “multitud de defectos de fabricación y elección de materiales que contribuyen a los fallos anticipados”.
Resultados “muy buenos” en el resto de fabricantes
Por contra, el estudio constata que “los resultados de los ensayos mecánicos de la tubería de PRFV extraída de otros fabricantes –sin fallo– son, en general, muy buenos. La variabilidad de resultados –por fabricante– es escasa (indicando que los procesos de fabricación son mucho más estables y controlados). “La pérdida de propiedades de los tubos es mucho menor, de media” y “el envejecimiento real es menor de lo previsto (y apunta a que su vida útil está garantizada)”. A lo que añade: “Los valores –en términos absolutos– obtenidos siguen siendo, además y en la mayoría de los casos, superiores a los requisitos de tubo nuevo de la norma para cada una de las referencias analizadas”.
Según el estudio, las muestras del fabricante A (el fabricante con fallo) “arrojan valores residuales de resistencia a presión interna y rigidez muy por debajo de los valores esperados (y declarados por el propio fabricante) para el tiempo de vida de los tubos”. Sin embargo, “el resto de fabricantes, por el contrario, presenta poca pérdida de prestaciones en el tiempo y siempre por encima de los valores esperados”, siendo la tubería de PRFV un “producto de alto interés para el riego”.
Y concluye: “la garantía de funcionamiento de las tuberías de PRFV está directamente relacionada con la calidad en su fabricación y el cumplimiento estricto de las especificaciones a corto y largo plazo definidas por la normativa vigente y las declaraciones de los propios fabricantes”.
Modernización de regadíos
Entre los años 2006 y 2009, en España, se llevó a cabo una inversión pública extraordinaria (unos 2.400 M€ previstos) en materia de modernización de regadíos, en el marco del “Plan de Choque de Regadíos”. En muy poco tiempo, se requirió unos volúmenes muy elevados de fabricación e instalación de diferentes materiales de riego, pero una vez finalizadas las obras, y en el proceso de puesta en marcha, “empezaron a sucederse una serie de fallos (roturas) que se consolidaron e incrementaron a lo largo del tiempo”, “afectando de forma única y exclusiva a una de las tipologías de tubería (sistema de fabricación) puesta en el mercado por un fabricante en concreto”, explica el estudio.
Fue así como TRAGSA decidió iniciar una “investigación profunda de causas” para tratar de determinar las causas del problema y su magnitud.
En estos momentos, en el marco del Plan europeo de recuperación (Fondos Next Generation), las Comunidades de Regantes están firmando sendos convenios con la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) para acometer todo tipo de obras, con un doble objetivo. Por un lado, promover un desarrollo sostenible del medio rural, a través de la digitalización del sector agroalimentario y del territorio rural y, por otro, garantizar el ahorro de agua y la eficiencia energética de los regadíos españoles, a través de inversiones de modernización, contribuyendo así a la transformación ecológica de la agricultura.
(*) El estudio de TRAGSA, titulado “Estudio de envejecimiento real en tuberías de PRFV en servicio, en redes de distribución de agua para riego” y desarrollado bajo el amparo del proyecto I+D+I TUBCAL1618 de TRAGSA, se compone de dos tipos de estudio: un estudio de propiedades mecánicas ordinarias (medidas a través de los diferentes parámetros y requisitos normativos existentes –rigidez, deflexión, tracción longitudinal y tracción circunferencial), llevado a cabo en el Laboratorio de Instalaciones del Instituto Torroja (CSIC), y un estudio de microscopía y caracterización de los materiales, desarrollado en el Departamento de Ingeniería de Materiales de la Universidad Rey Juan Carlos.